¿Cómo abordar la protección auditiva en el lugar de trabajo?

A pesar de conocerse el riesgo de daño irreversible a la salud, alrededor del 50% de los trabajadores expuestos al ruido informan que no usan protección auditiva.

La pérdida de audición inducida por ruido es la enfermedad ocupacional más prevalente en el mundo. Millones de trabajadores están expuestos a ruidos peligrosos cada año, lo que los pone en riesgo de sufrir lesiones que pueden afectar permanentemente su calidad de vida. Siempre que la audición se dañe debido a las condiciones del trabajo, los trabajadores tienen derecho a una compensación. Se estima que mundialmente las empresas gastan en conjunto más de MIL MILLONES DE DÓLARES anuales compensando a trabajadores con discapacidad por pérdida de audición.

A pesar de ser un riesgo muy conocido, aproximadamente la mitad de los trabajadores mundialmente expuestos al ruido informan que no usan protección auditiva. Aunque la protección auditiva es una medida de "primeros auxilios" hasta que sea posible reducir la exposición al ruido a un nivel más seguro mediante cambios en las herramientas, el equipo y los horarios utilizados, el conocimiento de su aplicación puede aumentar drásticamente su eficacia.

Determinar quién necesita protección auditiva

Una encuesta de ruido puede determinar aproximadamente cuáles empleados necesitan protección auditiva. Una vez realizada la MEDICIÓN se debe enumerar a los empleados y su exposición y comparar su exposición con el límite de exposición máximo permisible. Usualmente se debe proporcionar protección auditiva a los empleados expuestos a niveles de ruido superiores al LÍMITE DE CRITERIO, o lo que es lo mismo a dosis superiores al 100%. La dosis de ruido se basa en el nivel de exposición al sonido y la duración, por lo que al aumentar los niveles de ruido, la duración de la exposición debe reducirse.

El monitoreo de ruido periódico proporciona información precisa sobre los niveles de ruido de un entorno de trabajo para que las empresas puedan identificar a los empleados en riesgo y asegurarse de que cumplan con las normas vigentes. Esto no es fácil, los profesionales que realicen el monitoreo deben estar suficientemente capacitados y preparados con el equipo adecuado, ya que pequeños errores en las estimaciones del nivel de ruido pueden generar diferencias importantes en los cálculos de exposición. 

Dos equipos esenciales para la evaluación son el sonómetro, diseñado principalmente como un dispositivo portátil utilizado por un operador calificado, y el dosímetro de ruido, que un miembro del personal usa durante su turno de trabajo. Un sonómetro es una solución ideal para medir el nivel de ruido general de una tarea, pieza de maquinaria o área. Por otro lado, los dosímetros son mejores para mediciones de ruido personal donde es difícil o inseguro acercarse a los empleados con un medidor de nivel de sonido, porque los dosímetros son más pequeños y están montados en el cuerpo. Por ejemplo, un dosímetro sería ideal para conductores de carretillas elevadoras expuestos a diferentes niveles de ruido y patrones de trabajo irregulares.

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Si una evaluación establece que los niveles de ruido representan un riesgo para los trabajadores, se debe proporcionar protección auditiva de inmediato mientras se implementan otras soluciones más permanentes.


Selección de protección auditiva

Para seleccionar la protección auditiva, es clave conocer el nivel de atenuación y los niveles de ruido ambiente para asegurar la reducción del nivel en el oído de manera que la exposición sea inferior al Nivel de Criterio. Existen varios métodos para calcular la atenuación de los protectores auditivos, pero garantizar la protección en el mundo real es esencialmente asegurarse de que las personas usen el protector durante todo su turno. Para alentar el uso durante todo el día, los empleadores deben considerar cinco factores críticos.

Comodidad. Quitarse el EPP, incluso por períodos cortos, tiene un efecto significativo en la exposición. Por lo tanto, es crucial que la protección auditiva sea cómoda para aumentar la aceptación de los trabajadores y respaldar la probabilidad de uso durante todo el día. 

Relación con otros EPP. La interacción de la protección auditiva con otro EPP que puede ser necesario usar es un factor significativo. Por ejemplo, un empleado que usa anteojos recetados o de seguridad no obtendrá un ajuste adecuado de una orejera estándar, por lo que los insertos pueden ser más adecuados. Donde se usan cascos de seguridad se debe considerar un casco con protectores auditivos integrados.

Comunicación. La comunicación puede ser un problema importante con el EPP porque el proceso de atenuación del sonido podría presentar riesgos para la salud de los trabajadores. Si se usa un protector con muy poca atenuación, los empleados no recibirán suficiente protección. Sin embargo, demasiada reducción de ruido puede crear sentimientos de aislamiento, y es posible que un empleado deba quitarse el PPE para comunicarse. Además, la atenuación excesiva puede eliminar las advertencias de seguridad, como las alarmas de incendio o las sirenas de los vehículos que dan marcha atrás, lo que genera más riesgos para los trabajadores. Como regla general, se debe evitar sobreproteger a los trabajadores asegurándose de que el nivel de exposición no se reduzca a un nivel inferior a 75 dB(A).

El entorno. El entorno de trabajo de cada empresa también influye en la elección de la mejor protección. Por ejemplo, las condiciones cálidas y húmedas pueden hacer que las orejeras sean incómodas, mientras que los ambientes polvorientos pueden causar problemas de higiene. En lugares de trabajo polvorientos, es fundamental mantener las manos limpias al insertar tapones protectores para evitar infecciones de oído.

El individuo. También es recomendable considerar a cada individuo y determinar cualquier antecedente de problemas del oído, como irritación o dolor de oído, ya que las orejeras que se colocan sobre el oído externo pueden ser preferibles para evitar complicaciones médicas. Otras preferencias individuales, como el cabello y las joyas, afectan la elección de la protección auditiva. 


Enfoque desde todos los ángulos

Es importante observar un lugar de trabajo desde todos los ángulos para garantizar la mejor estrategia y técnica de medición y así seleccionar la protección auditiva más eficaz. Cuando se tienen en cuenta todos los elementos mencionados, se logra una mejor relación de los operarios con su protección auditiva, y aumentar la probabilidad de uso disminuye drásticamente las posibilidades de que salgan enfermos o lesionados de su trabajo. 

Todo buen proceso de reducción de la exposición a estímulos negativos empieza y concluye de la misma forma: MIDIENDO BIEN. 

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No alcanza con “recetar” un protector cuando nos parece que el ruido es molesto o peligroso. Se debe confirmar que no haya trabajadores expuestos a niveles mayores que los permitidos. La única manera será utilizando medidores de nivel sonoro o dosímetros personales de ruido, eventualmente con análisis de frecuencias, que respeten exactamente las normas de fabricación y de calibración. Una función ideal en estos instrumentos es la memorización de los niveles en función del tiempo, ya que permitirá identificar el momento en que la fuente sonora emite más y esto da elementos al personal de mantenimiento o quienes definen técnicamente la compra de maquinarias para solucionar problemas desde su origen o antes de que se produzcan.

Muchas veces se dice “el mejor protector auditivo es el que se usa toda la jornada”.  Quizás un enfoque mejor sea definir que “el que se usa toda la jornada es el segundo mejor protector auditivo”

Porque preferimos trabajar para que “el mejor protector es aquel que no es necesario usar, ya que cada vez que se miden los valores ambientales están bien por debajo de los niveles permitidos.”

 

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