Estrés por calor

Cuando se trabaja en el calor, es esencial tomar las medidas adecuadas para garantizar la seguridad.

El calor es un problema que ha existido durante décadas, y el calor peligroso ahora mata a más trabajadores que cualquier otro evento relacionado con el clima, pero apenas recientemente comenzó a recibir más atención. 
Comprender el problema del calor comienza con la comprensión de la fisiología básica del estrés por calor. El cuerpo quiere mantener su temperatura donde se siente más cómodo y funciona de manera más eficiente. Esta temperatura es típicamente alrededor de 36,6 a 37,1 grados Celsius. Las dos formas principales en que el cuerpo se mantiene en este rango estrecho son los escalofríos o temblores para aumentar la producción de calor y la pérdida de calor a través de un aumento en la sudoración y en el flujo sanguíneo a nivel de la piel. 

Monitoreo de estrés por calor 
Los monitores de estrés por calor QUESTemp fabricados por TSI Incorporated evalúan de forma rápida y precisa los ambientes laborales donde potencialmente se pudiera sufrir de estrés por calor. Estos instrumentos brindan un monitoreo de alto rendimiento utilizando la tecnología de detección de temperatura de globo y bulbo húmedo (TGBH), el estándar para el manejo del estrés por calor y el cálculo de un valor del índice TGBH.  

 

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La indicación automática de los tiempos de permanencia según diferentes normas ayuda a determinar inmediatamente las proporciones de trabajo y descanso que eviten daños corporales, y la clasificación de ingreso IP 54 ayuda a proteger las unidades de la exposición a la suciedad, el polvo, el aceite y el agua. Los monitores QUEST resisten los rigores del uso diario en entornos exigentes y brindan un monitoreo confiable durante toda la vida útil del producto. 


La aclimatación adecuada es el primer paso 

La mayoría de las muertes y lesiones relacionadas con el calor ocurren en los primeros días de trabajo. La aclimatación al calor puede ayudar a prevenir esto. La aclimatación al calor es un proceso en el que su cuerpo experimenta cambios fisiológicos que le permiten manejar mejor el calor, lo que significa que su rendimiento en el calor mejorará y es menos probable que sufra problemas relacionados con el calor. Aclimatarse adecuadamente al calor intenso es diferente para todos, pero la directiva principal es la misma: empezar lentamente. Pasar demasiado tiempo en el calor desde el principio es una receta para el desastre, así que empiece con tiempos cortos de exposición para ir aumentándolos gradualmente durante las primeras una o dos semanas de trabajo. 
Si trabaja en un entorno con equipo pesado o EPP, comience con ropa mínima. Si es posible, comience usando la capa de ropa más liviana en los primeros uno o dos días de exposición al calor, y luego agregue lentamente cada capa de ropa adicional (cada uno o dos días) para darle tiempo al cuerpo para adaptarse durante el período de aclimatación. 

Recuerde, no se apure demasiado durante la primera semana.  Después de la aclimatación, habrá algunos cambios fisiológicos notables. La tasa de sudoración aumentará, lo que permitirá que su cuerpo se enfríe mejor. Además, su ritmo cardíaco será más bajo y la temperatura central y la de la piel será más baja porque su cuerpo se mantendrá más fresco. 
Algunas investigaciones sugieren que los hombres y las mujeres responden de manera diferente a la aclimatación al calor. Las mujeres tienen en general tasas de sudoración más bajas y se les diagnostica con mayor frecuencia intolerancia al calor en comparación con los hombres, lo que parece sugerir que los hombres pueden adaptarse más rápido (aclimatarse más rápido que las mujeres) al calor. 

Hay algunas otras explicaciones para la aclimatación al calor que dependen del género. Una es la diferente carga térmica en hombres y mujeres. Para todos los mamíferos estar en celo suele proporcionar un mayor estímulo de calor a los machos que a las hembras, lo que permite una adaptación más rápida. Los hombres tienen más masa muscular que las mujeres, incluso con el mismo peso. Esto significa que realizar tareas similares provoca una mayor actividad muscular en los hombres y, por lo tanto, una mayor producción de calor. Además, el hombre promedio es más grande y pesado que la mujer promedio, lo que explica por qué los hombres producen más calor en los músculos. 

Entonces, dado que parece que los hombres producen más calor cuando trabajan en climas cálidos, lo que conduce a una aclimatación más rápida, ¿cómo pueden las fuerzas laborales industriales adaptar a sus trabajadoras? Una solución práctica es agregar capas adicionales de ropa al principio del proceso de aclimatación de las mujeres. Estas capas adicionales provocan una mayor carga térmica, lo que permite que las trabajadoras produzcan un calor más similar al de sus homólogos masculinos. También es vital monitorear a las trabajadoras con más cuidado durante este proceso, ya que la mayoría de las investigaciones en esta área se han realizado en hombres jóvenes. El uso de monitores de frecuencia cardíaca y la realización de chequeos a lo largo de la jornada laboral son algunas formas de realizar un seguimiento del desarrollo de sus trabajadoras hacia la aclimatación total al calor. 
A pesar de las diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres, existen recomendaciones generales para evitar las lesiones por calor que siguen siendo las mismas para ambos sexos. Aún cuando cada trabajador tiene una fisiología única y reacciona al calor de manera diferente, estas reglas se aplican a todos. 

La hidratación es imprescindible 

La hidratación es una de las mejores maneras de mantener alta la productividad y minimizar los aumentos peligrosos de la temperatura central. Algunas maneras fáciles de mantenerse hidratado incluyen beber un vaso de agua completo al levantarse por la mañana, llevar una botella de agua durante todo el día como recordatorio para hidratarse y no limitar la ingesta de agua bebiendo solo cuando tenga sed. Verificar el color de la orina es una forma fácil de determinar si está bien hidratado. La investigación también sugiere que orinar siete veces al día es una prueba de que estás hidratado, mientras que menos de cinco veces al día muestra deshidratación. 
Cuando esté deshidratado, no podrá completar tanto trabajo, la temperatura de su cuerpo aumentará más rápido, estará más fatigado y la cognición puede verse afectada. La conducta de hidratación comienza a nivel personal, pero también es importante tener agua disponible en varios lugares del lugar de trabajo. 


Sepa cuándo trabajar y descansar 

Otro paso crucial para minimizar el riesgo de lesiones y enfermedades por calor es desarrollar un esquema horario adecuado de trabajo/descanso dependiendo de todas las condiciones ambientales. Algunos horarios de trabajo/descanso sólo tienen en cuenta la temperatura y la humedad, pero no incorporan otras variables en el lugar de trabajo, como el calor radiante, la ropa de los trabajadores o la velocidad del aire circundante. 

Es importante seleccionar un horario de trabajo/descanso que tenga sentido para las condiciones de trabajo en el sitio, considerando todas las variables posibles. Durante los períodos de descanso, los trabajadores deberían descansar sin realizar ninguna otra tarea. Se les debe proporcionar agua y sombra o aire acondicionado para refrescarse. Se debe permitir que los trabajadores se quiten cualquier ropa adicional que pueda estar restringiendo la pérdida de calor por evaporación (es decir, que evita que el sudor se evapore de la piel). 

Fuera de un horario de descanso, también se debe indicar reposo para los trabajadores que experimentan síntomas de estrés por calor. En situaciones extremas, cada lugar de trabajo debe tener listo un baño de hielo de emergencia. Si alguien se enfría adecuadamente en un baño de hielo dentro de los 30 minutos posteriores al colapso por agotamiento por calor, sus probabilidades de supervivencia son del 100 por ciento. Es simple: use una bañera, una piscina para niños o una lona cerca de un suministro de agua y mantenga hieleras grandes llenas de hielo al lado de la tina. Llene el agua hasta el pecho del trabajador y llame a los servicios médicos de emergencia si el estrés por calor es extremo. Asegúrese de mantener la cabeza de la persona por encima del agua y haga circular continuamente el agua para asegurarse de que el agua más fría rodee constantemente al trabajador. Si no hay un baño de hielo en el lugar, use bolsas de hielo y gírelas alrededor del cuerpo tanto como sea posible. 


Monitor con medición de velocidad del aire

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Consejos adicionales 

Otras buenas estrategias para mantener la productividad y maximizar el rendimiento en el calor incluyen evitar los alimentos y bebidas azucarados, así como el alcohol y las drogas. Se le pide a su cuerpo que se desempeñe a un alto nivel, y una nutrición deficiente solo afectará su desempeño y aumentará el riesgo de lesiones y enfermedades por calor. Mantenerse en forma mediante el ejercicio y una dieta saludable también puede mejorar la productividad y minimizar el riesgo de lesiones por calor. 

Por último, permítase transpirar. La sudoración es la principal forma en que el cuerpo se enfría. Trate de eliminar la ropa que evita que el sudor se evapore y use una toalla para limpiar el sudor que gotea. 
La tecnología climática emergente ahora está desempeñando un papel en la seguridad de la fuerza laboral. Se pueden utilizar dispositivos portátiles que monitorean continuamente la fisiología de un individuo, alertándolos cuando su temperatura corporal central es demasiado alta o si se están esforzando demasiado. Algunas soluciones tecnológicas son extremadamente efectivas y permiten que los responsables de seguridad y los trabajadores entiendan la fisiología.  

Está claro que los ambientes calurosos plantean desafíos importantes para el cuerpo. Cuando las fuerzas de trabajo de todo el mundo pierden millones en costos por lesiones laborales y pérdida de productividad, es importante reconocer que las lesiones y enfermedades por calor son 100 por ciento prevenibles. Cuando los trabajadores están adecuadamente aclimatados al calor, hidratados y descansados, y equipados con tecnología que monitoree su riesgo de calor, la fuerza laboral industrial opera de manera más eficiente. 

 

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